Comencemos hablando del Síndrome de Estocolmo Clínico, es una condición que se forma entre el vínculo que hace una persona con sus raptores.
Nació en Estocolmo, (de ahí su nombre) donde tuvo lugar un secuestro. La víctima afirmó que había tenido una sensación de confianza con sus atacantes. Paradójicamente a lo que podría ser un hecho aterrador para otra persona, para ésta no lo fue afirmando que sintió una emoción positiva.
Este comportamiento, con el tiempo se fue mimetizando entre la sociedad hasta convertirse en una variante de este síndrome, llevándolo al campo laboral.
Bajo este argumento, precisamos que el Síndrome de Estocolmo, es una condición clínica y es relevante su análisis en la persona que lo padece, para que no se convierta en algo grave que pueda poner en riesgo su integridad.
“El secuestrado puede no intentar escapar de su captor. Puede incluso mostrarse defraudado cuando la situación se resuelve”.
Óscar Richi Ibáñez, sicólogo
DIFERENCIAS
El Síndrome de Estocolmo Clínico, es algo con un trasfondo que puede poner en peligro la vida de alguien, pues se basa particularmente cuando se la víctima es forzada a hacer algo en contra de sus deseos, incluyendo su libertad y pese a esto, la víctima siente un estado emocional positivo con su raptor.
Mientras el Síndrome de Estocolmo Laboral, basa su contexto en primera instancia, con la decisión propia del trabajador de entrar laborar a un lugar determinado; a su vez, su decisión influye en las relaciones que tiene con sus compañeros o jefes, a pesar de que existan los malos tratos o el clima organizacional no sea el adecuado.
El trabajador seguirá dentro de esta cápsula enfermiza que lo mantendrá atado. Ya sea por causas económicas o de autoestima baja, teniendo pensamientos recurrentes que van desde ser el único empleo que puede tener hasta pensar que es lo único que sabe hacer «bien».
HABLEMOS DEL SÍNDROME DE ESTOCOLMO LABORAL Y LA ADICCIÓN AL TRABAJO (WORKAHOLIC)
Este fenómeno ha sido popularizado en diversos países, estigmatizando a las personas que dedican más horas de las que tendrían que permanecer en su trabajo dentro de la oficina (principalmente corporativos).
No confundamos el Síndrome de Estocolmo Laboral con ser Workaholic, como popularmente se les llama a quienes no paran de trabajar, sintiendo que la responsabilidad laboral los invade.
Este último, también tiene patrones sicológicos que tienen con la ansiedad y esa necesidad constante e incontrolable de trabajar más de lo debido dejando a un lado su vida social.
Entonces, ¿cómo podrías identificar entre el Síndrome de Estocolmo Laboral o la adicción al trabajo?
En una definición simplista; la primera, es esa necesidad de encierro dentro de su ambiente laboral (no necesariamente donde abunde la armonía); mientras la segunda es una adicción al trabajo para conseguir poder, dinero o simplemente una pasión por trabajar desbordada; aunque estudios afirman que la adicción al trabajo causa un elevado estrés poniendo la salud del trabajador en juego.
Existen corporativos que dentro de sus áreas, -específicamente de Recursos Humanos– tienen o deberían de tener especial cuidado en las personas que pasan mucho tiempo dentro de la oficina o viven más de 12 horas trabajando sin parar.
A pesar que en la pandemia de Covid 19, se implementó el Home Office, en la mayoría de corporativos, no cambia estas condiciones sicológicas, pues de raíz, sigue siendo un hecho.
“¡QUÉ WORKAHOLIC ERES!” ¿TIENES EL SÍNDROME DE ESTOCOLMO?
Cuántas veces hemos escuchado estas afirmaciones en son de juego entre amigos o compañeros de trabajo.
Hay que entender que muchas veces no tiene nada ver que una con la otra, puede ser sólo un tema de ansiedad por hacer a la “perfección” el trabajo; que, ojo; también la ansiedad puede llegar a convertirse en una condición patológica determinante en la vida.
Tengamos en claro que la conducta de las personas con el Síndrome de Estocolmo Laboral, es la necesidad de apego e incluso irracional para crear un lazo psico-emocional en un ambiente laboral no adecuado.
NO ES UN ESTILO DE VIDA
El Workaholic y el Síndrome de Estocolmo Laboral, no son estilos de vida, son conductas que llevan al extremo sus conductas laborales y en ocasiones llegan a lastimar síquicamente a estas personas.
A pesar de vivir una clima laboral sumamente hostil, algunos empleados lo pueden llegar a “disfrutar”, y tener una sensación placentera por paradójica que sea.
Existen diversos estudios para identificar cuál es el motivo de esta conducta, pero se necesitan más factores empíricos y sicológicos para asegurar las causas.
¿QUÉ CONLLEVA A VIVIR CON ESTE SÍNDROME?
Laboralmente, lleva al trabajador a tener una sensación de frustración o autoestima baja, lo que para muchos empleadores ven como algo negativo en su productividad.
Otra factor que desencadena este síndrome, es la del «apego laboral», ya que bajo esta condición, puede la persona soportar malos tratos por parte de sus jefes o compañeros, tratos que dejará pasar por alto y por consecuencia, sentirá que no es valorada su persona y su trabajo.
¿CÓMO SALIR DE ESTA O ESTAS CONDICIONES?
Crea conciencia y date cuenta que padeces cualquiera de esos estados, y reconoce todo eso que te hace daño dentro del ambiente en el que trabajas. Esto hará que te valores y puedas sentirte seguro de pensar que si no está bien ahí, no tienes la obligación de seguir sufriendo.
Hazte respetar en cualquier trabajo y focaliza cuáles son los interruptores que hacen que tu mente se sienta atrapada. Si decides continuar en ese empleo, busca asesores laborales o acércate al área de Recursos Humanos, quienes están para ayudarte ante cualquier maltrato psicológico al que te sientas sometido.
Es importante que cuides tu integridad física-emocional y afectiva. Piensa que si no estás a gusto en un trabajo, puedes ir buscando otro.
Existen muchas alternativas, no te encierres en un mundo que no te hace feliz y busca opciones que te den tranquilidad.
Si padeces del Síndrome de Estocolmo Clínico, Laboral, eres Workaholic o sufres de maltrato sicológico en el trabajo, acércate a un profesional en la materia o llama a la línea de de ayuda psicológica.
Te dejamos algunos enlaces:
Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET): 01 800 911 7877
