Te preparas para ir a descansar en la noche, pero antes de hacerlo te decides a ver en tu teléfono qué habrá de nuevo en las redes sociales, donde noticias interrumpen tu sueño, o quizá una imagen, frase, video o pensamiento estacionado en el inconsciente te provoca latidos intermitentes de ansiedad, aquella sensación que deseas tenerla lejos de tu mente y que una vez más se apodera de ti: conocida como la ansiedad del sueño.
El pernoctar es difícil de retomar. Con los medios digitales a nuestro alcance las 24 horas del día, los 7 días de la semana, mantener límites puede parecer imposible. Y aunque no son la raíz de todos los males, está claro que el uso excesivo de contenido y tecnología, especialmente durante nuestras horas de sueño, puede ser peligroso.
El sueño tiene un papel increíblemente importante que desempeñar en la salud. Si no duermes bien, existe una gran posibilidad de que tu equilibrio hormonal se vea afectado, ya que la glándula que controla nuestro ritmo circadiano (ciclo del sueño) sufre un desbalance.
Ahora aquí está la clave. La glándula pineal también regula el sueño a través de la melatonina y la serotonina (ambas hormonas para sentirse bien). Cuando se duerme mal o no se duerme lo suficiente, los niveles de estas hormonas descienden, lo que influye en el equilibrio hormonal. Y es aquí donde aparece la ansiedad del sueño.
MALA NOCHE
Quizá estés pasando por una mala noche o ya llevas varias, en donde sientes que tu cuerpo no descansa, que no puedes más, te sientes cansado, irritado y desconcentrado de todo lo que te rodea y el resultado desencadena la ansiedad, aquella que pide conciliar el sueño o permanecer dormido.
Y aunque pensarías que eres de los pocos que pasan por esta sensación, el dato te sorprenderá, ya que de acuerdo a especialistas de la clínica del Trastorno del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aproximadamente 45% de la población adulta en México tiene algún problema relacionado al sueño.
“Los seres humanos dormimos por etapas, en la etapa uno empezamos a quedarnos dormidos, en la dos, la persona ya percibe que se quedó dormida, llegando a la fase tres dormimos profundamente y en la fase de Movimientos Oculares Rápidos (MOR) hay mayor atonía muscular y se presentan ensoñaciones, y tardamos 90 minutos en pasar de la etapa 1 a la de movimientos oculares rápidos”, comenta la doctora Jacqueline Cortés Morelos, Coordinadora del Programa de la Clínica de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Por su parte, el neurocientífico Andrew W. Varga, MD, del Mount Sinai Integrative Sleep Center de Nueva York, señala: “Las personas también pueden tener ansiedad del sueño, al pasar por pesadillas crónicas o alucinaciones hipnagógicas (también conocidas como alucinaciones generalmente inofensivas que pueden ocurrir en el estado entre la vigilia y el sueño)”.
Una sensación que se siente como estar en un laberinto sin salida, donde no importa a donde vayas, sólo recorres el camino en círculos y no ves la salida, asegura el neurólogo W. Chris Winter, MD
¿CUÁLES SON LOS SINTOMAS DE LA ANSIEDAD DEL SUEÑO?
- Sentimientos de estar abrumado.
- Incapacidad para concentrarse.
- Irritabilidad.
- Nerviosismo.
- Inquietud.
- Sensación de peligro inminente o fatalidad.
- Los efectos físicos de la ansiedad antes de acostarse pueden incluir:
- Problemas digestivos.
- Ritmo cardíaco rápido.
- Respiración acelerada.
- Sudoración.
- Músculos tensos.
- Temblores en el cuerpo.
Algunas personas también tienen ataques de pánico nocturnos. Un ataque de pánico es un estallido repentino e intenso de miedo extremo. Los ataques de pánico nocturnos sólo ocurren por la noche y, a menudo, lo despiertan del sueño.
Otro síntoma que puede ocurrir en un estado crónico de ansiedad es despertar a muy tempranas horas del día y ya no poder conciliar el sueño, aunque sea domingo.
También existe, el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), el cual, se basa en estar en un estado ansioso durante muchos años, esto no necesariamente significa un ataque de pánico, sino un constante miedo al futuro, poniendo escenarios catastróficos e irracionales que pueden detener tu vida emocional.
ESTUDIOS
Te encuentras en esta situación y no sabes qué hacer, la recomendación es un estudio del sueño para averiguar si padeces un trastorno relacionado a la pérdida del sueño. En donde se estudiará tus niveles de oxígeno en sangre. Posicionamiento del cuerpo. Respiración, actividad eléctrica en tu cerebro. Movimientos oculares. Frecuencias y ritmos cardíacos. Movimientos de piernas. Etapas del sueño. Y ronquidos u otros ruidos que haces durante el sueño. Así ya estarás con especialistas que te ayudarán a sentirte mejor.
CONSEJOS
La ansiedad o los problemas para dormir pueden afectar todos los aspectos de la vida, desde el desempeño en el trabajo hasta las interacciones con los demás. Si estos sencillos consejos no te ayudan a desestresarte y dormir por la noche, es posible que estés experimentando un trastorno del sueño como el insomnio. Por ello te recomendamos:
- Tener una una dieta saludable.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Practicar una buena higiene del sueño.
- Disfrutar de un buen baño o una ducha caliente
- Tomar medicamentos para trastornos de salud mental o trastornos del sueño, según lo prescrito por tu especialista en sueño.
La buena noticia es que la ansiedad del sueño es tratable y cuando tomas medidas para mejorar el descanso, es probable que también veas mejoras en tu salud física y mental.
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