Disfrutar de uno mismo es llegar a esa capacidad de estar en paz con nuestra propia mente. Esa introspección nos ayuda a conectarnos con nuestro ser. Llegar a disfrutar de la soledad no es cosa fácil, en principio necesitamos desprendernos de los apegos emocionales que podríamos en determinado momento tener con alguna persona, llámese familia, amigos o pareja.
Caminar, caminar y caminar por las calles, observar a la gente que pasa, sentarse en algún lugar que nos brinde tranquilidad, trabajar en algún proyecto o en algún hobby en algún cafecito de por ahí escondido en la ciudad o simplemente quedarnos, son cosas que podemos disfrutar con nuestra propia mente.
La Ciudad de México, a pesar de ser una gran ola salvaje de asfalto, tiene lugares que nos atrapan a primera vista, lugares donde uno puede estar solo horas y horas para desconectarnos un rato del mundo.
Fonoteca nacional
Ideal para ir entre semana, y sentarte a escribir, leer mientras escuchas los sonidos de la naturaleza dentro de sus jardines. Es un lugar, en dónde a parte de cultivar tus sounds of the mind con audios de la historia, puedes alejarte del bullicio del tráfico y conectarte con tus sentidos.
Centro Cultural Elena Garro
Su hermosa arquitectura ecléctica, libros y café, hacen de este lugar un encuentro con tu paz. Tiene una pequeña terraza en la parte inferior al aire libre, donde puedes disfrutar de tu trabajo escuchando de fondo música clásica de los alumnos de la Escuela Superior de Música.
Audiorama de Chapultepec
Si de pronto no sabes para dónde “jalar”, y te ves al espejo y dices,”y ahora a dónde voy”, date una vuelta al bosque de Chapultepec y disfruta del Audiorama en la zona de Cincalco y entra a un viaje dentro de ti, entre la naturaleza que aún habita en la ciudad.
Cineteca Nacional
Una de las mejores opciones para los solitarios o solitarias que gustan del buen cine. Un lugar emblemático donde puedes pasar horas, entre viendo alguna película, disfrutar un café, o tomar leer un libro en el jardín.
Parque Nacional, Los Dinamos
Recomendable para irte a perder entre vegetación, aire limpio, ríos y cascadas. Llévate un buen abrigo, un buen termo de café, un libro y tu paz interior. Busca un viejo y verde árbol y siente la naturaleza en su esplendor.
Las calles del Centro Histórico
Un día, el que tú quieras y puedas. Sal a caminar por las calles del Centro Histórico de la ciudad. Sólo te recomendamos ponerte unos audífonos, un buen playlist de música y contemplar la arquitectura de sus calles y edificios.
El tianguis de la Lagunilla
Si es domingo y sigues de forever alone, lánzate a la Lagunilla. Ahí encontrarás todo tipo de artilugios que terminarás comprando, eso sí con tu famosa “michelada” en mano.