Todos experimentamos estrés de vez en cuando. Sin embargo, cuando pasamos por un alto estado de irritabilidad durante un largo período de tiempo, esto puede convertirse en un agotamiento total, conocido como síndrome de burnout.
Burnout se refiere a un estado de agotamiento físico, mental y emocional, comúnmente relacionado con el estrés laboral. Puede ser que te sientas incapaz de hacerle frente, lo que resulta en una falta de motivación, no sólo en tu trabajo sino también en tu vida personal.
No hay edad en específica para padecerla. No obstante, estudios han demostrado que alcanza su punto máximo entre los 25 y los 44 años. Los síntomas incluyen, entre otros, desmotivación, falta de energía, sensación de desapego del trabajo y las relaciones personales, agotamiento y productividad reducida.
¿Cómo descubro si tengo los síntomas?
No hay control: Sientes que el timón de tu vida se mueve y no necesariamente a tu favor y sufres una sensación de impotencia. El agotamiento se hace presente y no encuentras manera de enfrentar los problemas o encontrar soluciones.
Dejas atrás los hábitos: Ya no cuentas con una rutina en tu vida y las actividades diarias se vuelven difíciles o incluso imposibles. Y todo te resulta monótono. Esta sensación la vives en la casa como en el trabajo, ya sea que estés de viaje o intentando socializar, no eres feliz y todo se vuelve gris para ti.
Existe indecisión: No cuentas con el poder de decidir por cuenta propia. Todo es indeciso. Sientes que caminas por un laberinto y estás bloqueado para avanzar.
Te sientes inseguro: Te cuesta demasiado trabajo creer en ti y tienes miedo y todo el tiempo te preguntas si las elecciones que has tomando han sido las correctas. Dichas acciones hacen que te retraigas.
Todo el tiempo estás irritable: Los pequeños contratiempos empezarán a parecer grandes inconvenientes, lo que se traduce en mayores probabilidades para enfadarse contra otras personas.
Tips para salir victorioso
Tómate un descanso: Una buena manera de lidiar o recuperarse del agotamiento es tomar un break. Simplemente alejarse de lo que le causa estrés durante unos días. Incluso hay aventureros que se toman un año sabático. Algunos optan por tomar unas vacaciones. Haz lo que funcione mejor para ti.
Encuentra una motivación: Realiza un pasatiempo. No sólo te ayudará a recuperarte o lidiar con el agotamiento, sino que también te incitará a aprender cosas nuevas y a ver que hay una vida fuera del trabajo o de casa. Puedes practicar algún deporte, idioma o ir al cine y, por supuesto, reír es importante, ya que aminora las presiones.
Habla con alguien: Tener un familiar, amigo, un compañero de trabajo o un terapeuta siempre te beneficiará, es importante charlar para no quedarse con todos los sentimientos que te agobian. Además, siempre es bueno escuchar otra perspectiva y tal vez encontrar una manera de superar los desafíos, ya sea obtener más ayuda en casa o cambiar de trabajo.
Siempre hay opciones: Cuando sientas que el mundo te ha cerrado las puertas, trata de tener otra visión, en donde es posible que puedas solucionar los problemas que te agobian simplemente hablando con su jefe sobre la situación. Tal vez puedan encontrar una solución juntos o al menos llegar a un compromiso.
Aprende a decir no: No asumas responsabilidades o compromisos cuando estás tratando de recuperarte del agotamiento, ya que te frustrarás rápidamente. Esto podría ser difícil, si eres una persona que siempre tiene iniciativa, pero te ayudará para tu salud mental.
Delega responsabilidades: Recuerda que no puedes hacer todo tú solo. Aprende a confiar en tu equipo y apóyate para que realicen las tareas encomendadas. Así que aplaca tu ego y busca ayuda antes de sumergirte en la madriguera del agotamiento.
Mantén un pensamiento positivo: Si hay algo que puede hacer el agotamiento, es enviarlo a un ciclo de pensamiento negativo y esto sólo empeora con el tiempo. Para evitar esto, practica el pensamiento positivo. Usa afirmaciones para ayudarte a visualizar resultados positivos y mantenerte en un estado de ánimo siempre alegre.
Prueba técnicas de manejo del estrés: ¿Qué tal practicar clases de yoga o tai chi o hacer meditación o respiración profunda? Recuerda que este tipo de acciones reduce los niveles de estrés y garantiza una mejor perspectiva de la vida.
Prioriza el sueño: Duerme 8 horas al día. El sueño te hace sentir descansado y renovado y listo para afrontar el día. Restaura tu bienestar y ayuda a proteger tu salud. Y la mayoría de las cosas se ven mucho mejor después de una buena noche de descanso.
Realiza ejercicio: La actividad física regular puede ayudarte a lidiar mejor con el estrés. También te quita la mente del trabajo. Trata de moverte por lo menos durante 20 minutos al día. El ejercicio libera endorfinas que te levantan el ánimo y te ponen de buen humor.
Llora cuando lo necesites: No hay nada como un buen llanto para ayudar a aliviar la tensión física de sentirse molesto. El llanto hace que nuestro cuerpo pase de un estado de excitación de “lucha o huida” a un estado de calma de “descanso y digestión”. Entonces, ¡adelante, mira esa película triste que nunca falla y te hace llorar! ¡Te sorprenderá el resultado y lo beneficioso que resulta para tu cuerpo!
Descubre el poder del ahora: Vive el momento presente. Concéntrate en el flujo de tu respiración para darte cuenta de lo que sí importa en la vida, recuerda que el pasado es añoranza, el futuro agobia y el presente es un regalo.
Prioriza tu salud mental y tu bienestar: Recuerda que siempre es posible salir adelante y recuperarse del sindrome del burnout. Vivimos en el mejor momento para encontrar las soluciones.
No importa en qué etapa de agotamiento te encuentres, siempre hay esperanza y un nuevo rayo de sol por mirar.
