En la cultura hinduista “el tercer ojo”, es un concepto espiritual que nos habla de un ojo interno con un enfoque místico y para algunos misterioso, el cual hace referencia a un vórtice que no podemos ver y que se encuentra dentro de nuestro cuerpo espiritual.
Se dice, que al abrir nuestro tercer ojo, podríamos percibir la realidad desde otra óptica, abrirnos al mundo espiritual y ser más sensibles ante la realidad cotidiana.
Esto no significa que podamos ver cómo lo hacemos con nuestros ojos físicos, se trata de ver dentro de nosotros y conocernos más profundamente para tener una apertura y acceso a otras cosmovisiones metafísicas y extrasensoriales.
Este concepto, está muy allegado o se puede confundir con el sexto sentido o alguna de las corrientes agnósticas que nos hablan del conocimiento interior.
SI LO VIÉRAMOS FÍSICAMENTE, ¿DÓNDE ESTARÍA?
Diversas culturas, hablan del tercer ojo, como lo mencionamos los hinduistas consideran que se encuentra en medio de la frente entre los ojos y cejas.
Otras doctrinas como la teosofía, consideran que el tercer ojo es una conexión con la glándula pineal. Esta doctrina basa sus conceptos filosóficos en el conocimiento de Dios por medio de la comunicación directa con el universo.
Esto aún es tema de debate ya que no existe hasta ahora una hipótesis acertada que nos lleve a ese estado de comunicación. Lo que sí es una realidad, es el conocimiento interior, con el cual a través de él podemos encontrar nuestro propio conocimiento y llegar a un estado más elevado, hablando de mente y cuerpo.
EL NIRVANA PARA EL BUDISMO ES LLEGAR A UN ESTADO DE ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
Antiguamente se creía, que todos los seres humanos teníamos visiblemente el tercer ojo, pero al paso del tiempo se fue difuminando hasta adentrarse dentro de nuestro cerebro y es lo que se le define como la glándula pituitaria.
Los taoísta tradicionales chinos, tienen prácticas desde tiempos memorables, donde básicamente centran la atención en el tercer ojo por medio de posturas “qigong” con los ojos cerrados. Es una meditación para crear en el cuerpo una vibración correcta y conexión con el universo.
En estas prácticas también le llaman el “ojo de la mente” y para ellos es la principal fuente de energía del cuerpo situado en el sexto chakra.
Para tener un concepto más claro de los chakras, se definen como el puente que une el estado físico con el mental y espiritual.
Al abrir nuestros chakras y alinearlos, podemos vibrar positivamente y crear una percepción del mundo más elevada.
LOS SIETE CHAKRAS
- Chakra raíz. Se ubica en la en la base de la columna vertebral. Se relaciona con la seguridad y subsistencia, así como la emoción del amor.
- Chakra sexual. Está dos dedos por debajo del ombligo y es la parte sexual de cada persona.
- Chakra del plexo solar. A dos cuatro centímetros por encima del ombligo y representa nuestra identidad como personas.
- Chakra del corazón. Centro del pecho. Es la fluidez en el amor.
- Chakra laríngeo. Centro de la garganta y se asocia con la comunicación.
- Chakra del tercer ojo. Ubicado en el entrecejo, representa la imaginación, la intuición y la percepción.
- Chakra corona. Está en el centro de la cabeza y se asocia a la sabiduría y la iluminación.
Así bien, como hemos repasado el tercer ojo es un concepto místico con sus orígenes orientales, lo que hace que en occidente u otras religiones lo vean como una metáfora para el pensamiento no dualista.
Para Richard Rohr, sacerdote franciscano y escritor estadounidense habla sobre la espiritualidad. En sus análisis, describe la forma en que los místicos hablan del tercer ojo como “un más allá”, para llegar a un nivel de conciencia tan elevada como “tener la mente de Cristo” y recalca que no deben confundir el pensamiento con la profundidad de la transformación de la conciencia.
Podemos decir que el tercer ojo, existe para diversas culturas en cualquier parte del mundo, al final somos parte del universo y de alguna manera estamos conectados con él. Los budistas emplean la meditación y diversas técnicas para llegar a abrirlo y limpiar nuestra propia visión interior y exterior.
Te dejamos este enlace para meditar y sentir tu tercer el ojo divino.
¿CÓMO SABER SI ESTAMOS ABRIENDO NUESTRO TERCER OJO?
- Tu intuición aumenta. Profundizas sobre la conciencia y lo que acontece diariamente en tu mundo.
- Sientes una sensación de presión en medio de los ojos y un fuerte calor en la zona.
- Eres sensible a la luz fuerte. Ciertos colores puedes sentirlos más brillantes de lo que son, esto es un indicio de la apertura de tu conciencia.
- Sientes una transformación dentro de ti. Tus emociones se vuelven más positivas, eres más tolerante, generoso y te darás cuenta que puedes percibir de otra forma a las personas como intuir dentro de ellas.
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